sábado, 5 de febrero de 2011

Crítica Sentido y Sensibilidad

Al morir Henry Dashwood, su herencia pasa por ley al hijo que tuvo de su primer matrimonio, John, y su avariciosa mujer, Fanny. Estas circunstancias dejan a su mujer actual y a sus tres hijas, Elinor, Marianne y Margaret, sin hogar y con pocos recursos económicos. Pero antes de que tengan que abondonar el lugar donde viven, aparecen en sus vidas Edward, el tímido y amable hermano de Fanny, del que se enamora Elinor. Pero la pareja no tendrá la oportunidad de expresar sus sentimientos, ya que Fanny, -que desprecia a Elinor y no ve con buenos ojos su afición a la poesía-, inventa una excusa para mandar a su hermano a Londres. Mientras, Marianne inicia una apasionada relación con el atractivo Willoughby; una historia muy pública y llevada con tan poca prudencia que despierta la desaprobación de su hermana.
Como todos los libros de esta autora, son clásicos y en cada historia se desarrolla un tema diferente siempre en torno a la ambientación familiar campestre y al amor.

En esta obra cabe destacar dos personalidades completamente diferentes, dos hermanas que aunque son completamente diferentes, les une un gran amor y una gran amistad.

Elinor, la hermana sensata y Marianne la hermana emocional son las protagonistas de esta novela.

Elinor, enamorada de un hombre que ve cómo se va alejando de ella y se rige por el sentido común, pensando en los pros y los contras de dicha relación y como perjudicará en el resto de la familia. Lo más doloroso que se puede observar sobre este personaje es como la prometida secreta de Edward Ferrars le restriega a cada momento su condición, haciendo daño a Eleanor, sin que esta se atreva a compartirlo con nadie. Marianne, inquieta y soñadora se enamora del hombre que menos le conviene, exponiendo sus sentimientos y su corazón abiertamente. Se puede observar, que aunque Willoughby es un rufián y un mujeriego, quiere a Marianne, aunque no en la misma medida que ella lo quiere a él, igualmente es otro Sr. Wickham, aunque este es más perverso y mentiroso que Willoughby.
Se nota como Jane Austen entrelaza, quizás de una forma demasiado rápida a Marianne con el Coronel Brandon, aun así, esta unión no desagrada.
Más que las historias de amor de las dos hermanas, lo que más refleja esta obra es el amor entre las dos hermanas, sus personalidades tan diferentes y su convivencia. Se puede llegar a observar el amor que Jane sintió por su hermana Cassandra.
Expresa de manera conmovedora una escena de la novela, cuando Marianne está postrada en la cama entre la vida y la muerte y Eleanor le pide que no la deje sola, es conmovedor. Los giros inesperados, las confesiones de secretos, escándalos y vidas pasadas, todo ello con el romanticismo, la vida de mujeres a las que les han quitado su fortuna y son incapaces de poder recuperarla de ningún modo y la vida familiar campestre hace que esta novela sea el reflejo mismo del amor familiar que tanto le gusta escribir a Jane Austen.

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